Mauricio Dayub y un excelente trabajo de dramaturgia e interpretación.
Por Adriana E. Lauro
En 1997 el actor, Mauricio Dayub escribió «El amateur» . Esa faceta de dramaturgo , que asomó otras veces, ha convivido con sus trabajos en televisión, cine , siempre siempre mostrando su gran ductilidad interpretativa. Hace ya casi una década protagoniza un fenómeno teatral , «Toc Toc,» que sigue llenando las salas de todo el país. En esta vuelta a la escritura y al teatro, esta vez sólo en escena, muestra que ese impulso inicial sobrevuela como un espíritu que reafirma su modo de concebir el trabajo del actor. En el » El equilibrista» con la experiencia de vida acumulada, Dayub nos lleva de la mano a la búsqueda de quiénes somos, a nuestros orígenes. Parte de su propia historia ( quizás alguna ficción se cuele por allí, poco importa) pero puede ser la de muchos nietos o hijos de inmigrantes. Y animarse a abrir la caja de los recuerdos nos puede llevar al otro lado del mar.
Escrita en colaboración con Mariano Saba y Patricio Abadi, se adentra en la pregunta por la identidad .
Suena un acordeón y empieza la magia. Es el abuelo que vino de Italia, pero luego será Mauricio, que nos cuenta parte de la historia de sus parientes: su padre especialista en remates, su tío, y así otros , presentes y referidos, resueltos con gran vuelo creativo. También desfilarán sus desventuras de amor. El rompecabezas familiar se irá armando con retazos de recuerdos y de relatos que parten de un baúl que frente a nuestro ojos irá transmutándose en diferentes objetos. Será también la caja que encierra los secretos y habrá que animarse a ver qué hay adentro.
Dayub entrega todo, nos hace reír, nos conmueve , se anima a cruzar la platea caminando sobre una cinta cual equilibrista profesional, logra una atención constante durante todo el espectáculo.
Un renglón especial para César Brie, su mirada , su magia, la presencia de su poética, es el ensamble perfecto para este espectáculo.
Los objetos que se utilizan (algunos realizados por el propio actor) son de una belleza y creatividad singular. Sólo una caja puede contener el mundo y Dayub comparte sus trucos a la vista del espectador para entrar en ese universo plagado de música, comidas de mesas largas, risas, y hasta escuchar el rugir de una hinchada de fútbol.
La temporada teatral arranca en el verano porteño, con una propuesta que invita al disfrute del buen teatro y está llamada a atravesar varias estaciones.
ESTRENO: MARTES 22 DE ENERO DE 2019
Funciones: martes 21hs.
Duración del espectáculo: 60 minutos
Chacarerean Teatre Nicaragua 5565, Palermo 4775-9010/ 4774-3712
Ficha técnico artística
Autores: Patricio Abadi, Mariano Saba y Mauricio Dayub
Dirección: César Brie
Director asistente: Paolo Sambrini
Diseño de vestuario y escenografía móvil: Gabriella Gerdellics
Diseño de fondo escenográfico: Graciela Galán
Diseño de iluminación: Ricardo Sica
Música: Pablo Brie
Fotografía: Marcos López
Operador de luces y maquinaria: Pablo Gómez
Operador de sonido: Paolo Sambrini
Co-asistente: Franco Planel
Arreglos musicales: Matías Wilson
Realización de objetos móviles: Mariano Indij, Alfredo Godoy Wilson y Lucía Lossada
Asistente de fondo escenográfico: Mariela Solari
Realización de fondo escenográfico: Gabriela Kohatus
Realización de vestuario: Lidia Benitez – Elena Faranda
Pelucas: Roberto Mhor
Slack line: Alejandro Dirisio y Federico Tiglio
Diseño gráfico: Pablo Bologna
Redes sociales: Mariana Copland
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Producción ejecutiva: Micaela Labanca
Producción general: Mauricio Dayub
Mi abuelo tocaba el acordeón junto a una caja que decía “Frágil”. Una caja similar a la que mi padre usaba para guardar las obras de arte, que remataba. Mi abuela soñaba con cajas que no abría. Un día le conté que yo también soñaba con una. Me aconsejó que no la abriera. Cuando me animé, la abrí, y entendí a mi papá. Luego abrí otra, y comprendí a mis tíos. Hasta que en la última, me encontré a mí. Mi abuelo había atravesadoel mar con su acordeón, oculto en esa caja que decía “Frágil”. El mismo mar que tuve que atravesar yo, para saber de dónde venía. Ahora entiendo por qué.